domingo, 6 de mayo de 2012

"La mujer marcada por el franquismo"

Cartel publicitario de la mujer franquista
Aprovecho la temática de este blog, para realizar un breve análisis y concienciar de lo que era la mujer en la etapa comprendida de entre 1938-1975. Empezando por la sociedad del momento, habían diversos organismos como la policía o la iglesia misma que censaban a la mujer. Por ejemplo la ordenaban como debía de vestir o qué debía hacer. Así, la mujer adoptaba un papel diferente, esto es, en el bando republicano se apostaba por una mujer de cuya visión era la vida pública y la integración a la vida laboral. Sin embargo, totalmente distinta, en el bando nacionalista se presentaba una mujer tradicional y resumiéndolo, lo mejor posible, una mujer ama de casa, fiel al marido y con el objetivo vital de procreación para conservar "su especie".


Obispos saludando a la romana a Franco
La Iglesia ejercía un gran peso sobre la sociedad del momento, pues así era, que la sociedad se basaba en una ideología nacional-catolicista. En donde la moral, y la conducta ética recaía sobre esta entidad religiosa. Se partía de la idea incluso, de que la mujer era el pecado moral de la existencia que conducía al hombre a su propia perdición. Lo llevaba a perder el juicio y la razón.


En cuanto a la vestimenta de la mujer, debía de llevar siempre:
  1. Faja, para proteger la virtud y ensalzarla. Así debían de llevarla tanto en invierno como en verano
  2. Tanto la ropa interior como la "exterior", debía de ser color carne o blanca (ropa interior), puesto que los colores llamativos eran propios de las prostitutas.
  3. No debían de usar ni vestidos escotados ni ceñidos al cuerpo.
  4. Les estaba prohibido llevar pantalones o derivados, puesto que no querían masculinizarla (debía de llevar falda larga)
Eva Duarte (Perón) mujer integrada
En síntesis: La mujer debía estar al mandato del padre o del marido. Así, por ley natural (Dios lo defendía) la mujer poseía menos inteligencia que el hombre, dato que favorecía el machismo marcado por la sociedad del momento. Además estaba totalmente coaccionada y no poseía libertad. Era tal la escasa libertad que tenían, que no podían comprar inmuebles, no podían viajar fuera de España o por dentro, sin la aprobación del marido. Por suerte, la mujer de hoy en día es todo lo contrario a la de antaño, y está integrada en la vida profesional, además es el hombre el que debe de competir con ella, por la formación que hoy en día posee (ella). Mulieres in potentia.




Propiedad intelectual: Trabajo realizado para HMC, colegio Mirasur de 1º de Bachiller. Elaborado por mi persona.


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